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Canarias no es una excepción con respeto al resto del territorio español y al resto del mundo, la gran mayoría de las zonas de escalada se han hecho con esfuerzo y dinero de los escaladores locales y los clubes de montañismo.

Actualmente esto está cambiando, las administraciones y federaciones están más comprometidas con el deporte de la escalada en aras de la seguridad y en defensa del propio deporte. Ese cambio ya está muy normalizado en Francia, Italia y Alemania, y España se sube al carro poco a poco.

A lo largo de las últimas décadas las casas comerciales han introducido materiales que han dado muy mal resultado en ambientes corrosivos y no tan corrosivos.

La UIAA ha sentenciado acotando los materiales recomendables a uso en exterior de baja incidencia de cloruros, a el acero inoxidable AISI 316L, desterrando así los tan problemáticos AISI 304 y AISI 303. En zonas de influencia de aerosol marino, recomienda sólo el uso de titanio de grado 2. Nosotros le tendríamos que sumar los ataques por sulfuros provocados por los metabolitos de bacterias reductoras de sulfato, ya que las rocas volcánicas son ricas en azufre.

El 90% de las vías de escalada están equipadas con una aleación de acero al carbono con o sin tratamiento de cromo o zinc.  Eso no quiere decir que un acero al carbono, el más común y barato, no funcione bien desde el punto de vista de su resistencia mecánica y no sea válido para la protección de caídas, pero en un territorio rodeado de mar como es el nuestro, los ataques por cloruros hacen su trabajo poco a poco hasta que sucumbe el anclaje a bajas cargas. Las zonas de escalada empiezan a dar signos de envejecimiento por corrosión, por lo tanto, hay que sustituirlos.

La primera conclusión que se extrae es que, en la práctica totalidad de las escuelas y sus paredes verificadas, el material instalado está afectado por algún tipo de corrosión. Estas afecciones coinciden con el grado de exposición a los agentes corrosivos, en especial a los cloruros transportados por el aerosol marino. Evidentemente, en mayor o menor medida dependiendo de la proximidad que tenga a la costa, por lo tanto, se han detectado varios tipos y grados de corrosión.

El comportamiento de los aceros austeníticos AISI 304 (A2), 303(A1) y 316(A4) y los aceros Austeno Ferriticos Duplex AISI 2304 y 2205 (conocidos comercialmente como PLX) frente a los agentes agresivos, tales como cloruros y sulfuros de la roca, no difieren sustancialmente con los instalados en el resto del mundo, en lugares próximo a mares con altas concentraciones de cloruro sódico en sus aguas.

Uno de los grandes problemas que tienen las escuelas de escalada ha sido la instalación de anclajes con aleaciones inapropiadas para los ambientes a los que estaban sometidos. Probablemente es la consecuencia de una falta de estudios rigurosos en ambientes altamente corrosivos y por la presión comercial de los fabricantes con nuevas tendencias sin una exhaustiva y previa investigación. El resultado es que actualmente hay instalados una incalculable cantidad de anclajes que están ante un inminente colapso por rotura en zonas de alta incidencia de cloruros. El reto está en actuar anticipándose a este punto crítico.

La formación de los equipadores es preceptiva. Deben conocer las características físico-químicas del ambiente y tener la capacidad de elegir el material apropiado. La normativa de la UIAA está actualizada con la norma UIAA 123 Rock Anchors V4_2020 de junio de 2021.

Es necesario informar a federaciones, equipadores y administraciones sobre las recomendaciones de la UIAA. Este organismo reconoce que no se está teniendo en cuenta las características del ambiente en los lugares de escalada y por tanto se están instalando equipamientos con aleaciones inadecuadas. Por esta razón recomienda que se emplee únicamente anclajes certificados de clase UIAA123 – SCC que se prescribe el tipo de material para cada tipo de ambiente. Así mismo indica que en caso de dudas se elija siempre la clase de aleación que ofrezca mayor resistencia a la corrosión.

Como norma general, los equipadores no deben combinar pernos, tuercas, arandelas o soportes de metales diferentes entre sí, ya que la corrosión galvánica podría iniciarse debido a los diferentes potenciales electroquímicos. Es preceptivo utilizar una llave dinamométrica calibrada para apretar las tuercas con el fin de evitar la deformación plástica del material y mantener la tensión axial en niveles moderados, como sugieren los fabricantes.

La misión de una federación de montaña es velar por el deporte y sus instalaciones, y esta federación insular no quiere ser menos. De ahora en adelante toca reequipar más que equipar o mejor dicho abrir nuevas vías. Reequipar no es una tarea fácil, hay que recomponer la vía respetando el criterio del equipador inicial, siempre mejorando el emplazamiento, con el tiempo de uso y repeticiones se ven los puntos de mejora. Una vía de un sector de escalada que carece de magnesio casi siempre es porque tiene una mala caída.

No es cambiar anclaje por anclaje, también hay que realizar restauración: mimetizar el emplazamiento del anclaje antiguo, sanear piedras que con el paso del tiempo han ido fracturándose, mejorar la posición de los emplazamientos etc. Esto es una labor técnica que no animo a cualquiera a hacer. No sólo con buena voluntad se hace un buen reequipamiento, hay muchas cosas detrás: conocimiento técnico de manejo de maniobras, materiales y experiencia. Por este motivo es una labor que tienen que asumir las federaciones y administraciones conjuntamente con equipadores con dilatada experiencia.

La Federación Insular de Tenerife tiene varios proyectos en desarrollo y otros en ejecución. Uno de ellos es la escuela de Tabares.

Tabares es una de las escuelas más antiguas de Tenerife, un referente en el estilo clásico o de autoprotección. Tabares tiene un basalto y unas fisuras de una calidad que en pocos lugares del mundo puedes encontrar. Esta escuela nació con una filosofía de escalada limpia en fisura que desde la federación estamos comprometidos a cuidar.

La escalada, como todo en la vida, evoluciona y Tabares no escapó a la llegada de la escalada deportiva en los años 80. Las placas que no tenían fisuras se equiparon con spit, buscando la dificultad allá donde la hubiera. Con el tiempo los estilos han convivido en armonía.

La FIMT en colaboración con el Organismo Autónomo de Deportes del Ayuntamiento de La Laguna firman un convenio para el reequipamiento de dicha escuela. El ayuntamiento proporciona el material y la federación ejecuta desde la vocalía de escalada con la ayuda de escaladores- equipadores que conocen bien la zona.

 

Vocal de escalada Enrique Fox

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